Para cumplir el Acuerdo de París 2030 hay que cumplir con la transición energética
El último informe publicado por IRENA presenta las áreas y acciones que deben realizarse antes de 2030 para alcanzar las emisiones netas para mediados de siglo.2023 es un año crítico para el clima del planeta, los países se enfrentan a la primera revisión o Balance Global de la aplicación del Acuerdo de París para evaluar si con sus planes y medidas seremos capaces de frenar el calentamiento global.
Muchas voces aseguran que aún es posible cumplir con el acuerdo, limitar el ascenso de la temperatura mundial a 1,5 ºC y mitigar los efectos del cambio climático. Pero esto solo será posible si emprendemos la transformación del modelo energético de inmediato. El último informe de la Agencia Internacional de las Energías Renovables (IRENA) presenta las áreas y acciones que deben realizarse antes de 2030 para alcanzar las emisiones netas para mediados de siglo.
¿Qué voy a leer en este informe?
- La transición energética como solución a los problemas globales
- Hoja de ruta para cumplir con el Acuerdo de París antes de 2030
- Impulso definitivo a las energías renovables
- Hidrógeno verde y transporte sostenible
- Construcción y eficiencia energética
La transición energética como solución para cumplir con el Acuerdo de París antes de 2030
El objetivo que los líderes mundiales marcaron en 2015 con el Acuerdo de París de limitar el ascenso de la temperatura global a 1, 5º C se aleja poco a poco. De acuerdo con el Panel Intergubernamental sobre el Cambio Climático (IPCC), si mantenemos los niveles de emisiones actuales, la temperatura global aumentará 2,7 grados a finales de siglo con respecto a la media de la era preindustrial.
Los impactos del cambio climático causados por el ser humano son cada vez más evidentes en todo el mundo. El IPCC advierte que entre 3.300 y 3.600 millones de personas ya viven en entornos altamente vulnerables al cambio climático.
“Entre 3.300 y 3.600 millones de personas ya viven en entornos altamente vulnerables al cambio climático”.
Además, los últimos acontecimientos internacionales han puesto de relieve la gran dependencia que aún tenemos de los combustibles fósiles. La guerra en Ucrania continúa generando preocupación e incertidumbre. El 45 % del gas que importó la Unión Europea en 2021 provenía de Rusia, según datos de la Agencia Internacional de Energía.
La alternativa cada vez más viable y que concita el consenso de los expertos es acelerar la transición energética global: las fuentes de energía renovables aportan independencia energética y son más seguras y sostenibles. Alrededor del 80 % de la población mundial vive en países que necesitan importar energía. Con la abundancia de potencial renovable aún por aprovechar, este porcentaje puede reducirse drásticamente.
“Alrededor del 80 % de la población mundial vive en países que necesitan importar energía”.
Un cambio tan profundo haría que los países fueran menos dependientes de las importaciones de energía. Los países disfrutarían de diferentes fuentes de suministro y ayudaría a que las economías sufriesen menos las grandes oscilaciones de precio de los combustibles fósiles.
Este camino, tal y como señala el informe, también crearía empleos, reduciría la pobreza y promovería la causa de una economía global inclusiva y climáticamente segura. Sin embargo, los esfuerzos de recuperación económica tras la pandemia también han resultado ser una oportunidad perdida, ya que solo el 6 % de los 15 billones de dólares estadounidenses de los fondos de recuperación en 2020 y 2021 se invirtieron en energía limpia.
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Hoja de ruta energética para limitar a 1,5 ºC el ascenso global de las temperaturas
Para logar los 1,5 °C, IRENA posiciona la electrificación y la eficiencia como impulsores clave de la transición energética, con especial foco en las energías renovables, el hidrógeno verde y la biomasa sostenible. Este camino, que requiere un cambio masivo en la forma en que las sociedades producen y consumen energía, daría como resultado una reducción de casi 37 gigatoneladas de emisiones anuales de CO2 para 2050. ¿Cómo se lograría? A través de:
- Aumentos significativos en la generación y usos directos de electricidad basada en energías renovables.
- Mejoras sustanciales en la eficiencia energética.
- La electrificación de los sectores de uso final (por ejemplo, vehículos eléctricos y sistemas de calefacción con bomba de calor).
- Descarbonizando sectores de difícil electrificación gracias al hidrógeno verde.
- Empleando bioenergía junto con captura y almacenamiento de carbono.
El impuso definitivo a las energías renovables para alcanzar el Acuerdo de París antes de 2030
Las tecnologías de la energía solar y eólica han consolidado su dominio a lo largo del tiempo y, con el reciente aumento de los precios de los combustibles fósiles, IRENA valora que las perspectivas económicas para las energías renovables son innegablemente buenas.
Además, la organización destaca que la electricidad basada en energías renovables es ahora la opción de energía más barata en la mayoría de las regiones. El coste promedio de los proyectos solares fotovoltaicos (PV) se redujo en un 85 % entre 2010 y 2020. Las reducciones de costes correspondientes para la energía termosolar (CSP) fueron del 68 %, para la eólica terrestre, del 56 % y para la eólica marina un 48 %.
Sin embargo, si se quieren alcanzar las metas del Acuerdo de París, la participación de las energías renovables en la generación de electricidad debe aumentar al 65 % para 2030. Estas serían las claves para lograrlo:
- Se deben instalar 8 000 GW adicionales de capacidad renovable en esta década en el mundo.
- La capacidad instalada de la energía eólica terrestre debe alcanzar los 3 000 GW, cuatro veces la de 2020.
- En el caso de la eólica marina, esta debe llegar hasta 380 GW, 11 veces más que en 2020.
- Para la energía solar fotovoltaica debe alcanzar los 5 200 GW, más de siete veces la de 2020.
- La capacidad hidroeléctrica se impulsará hasta los 1 500 GW, 30 % más que en 2020.
- Otras tecnologías renovables deberán alcanzar los 750 GW, seis veces más que en 2020.
El papel del hidrógeno verde y el transporte sostenible
El hidrógeno verde debería convertirse en un vector energético de importancia para 2030. En 2021, solo se instalaron 0,5 GW de electrolizadores; la capacidad instalada acumulada debe crecer a unos 350 GW para 2030.
La mayoría de las ventas de automóviles para 2030 deberían ser eléctricas. La electromovilidad es un claro indicador del progreso de la transición energética. En 2021, ya supusieron el 8,3% de las ventas mundiales de automóviles. Esta proporción aumentará rápidamente en los próximos años. La capacidad anual de fabricación de baterías se cuadruplicará entre 2021 y 2025, a aproximadamente 2 500 GWh.
Sin embargo, el crecimiento de los vehículos eléctricos depende en última instancia de un aumento masivo de la infraestructura de recarga en la próxima década. Además, se deben hacer mayores esfuerzos para reducir la demanda de viajes y promover un cambio al transporte público y la bicicleta cuando sea posible.
El papel de la eficiencia en la construcción Acuerdo de París antes de 2030
Transformar el sistema energético no se trata simplemente de cambiar las fuentes de energía; se extiende a garantizar el uso eficiente de la energía en todos los sectores, incluido la construcción. IRENA señala que todos los edificios nuevos deben ser energéticamente eficientes y las tasas de renovación deben aumentar significativamente.
La descarbonización de la calefacción y la refrigeración requerirá cambios en los códigos de construcción, los estándares de rendimiento energético para los electrodomésticos y los mandatos para las tecnologías de calefacción y refrigeración basadas en energías renovables, incluidos los calentadores de agua solares, las bombas de calor basadas en energías renovables y la calefacción geotérmica.
La transición energética es también una transición económica
Para lograr un escenario donde el aumento de la temperatura se limite a 1,5 °C, IRENA asegura que se requerirán inversiones de 5,7 billones de dólares estadounidenses por año hasta 2030. Se espera que la mayor parte del capital adicional provenga del sector privado. Pero la financiación pública también tendrá que duplicarse para catalizar la financiación privada y crear un entorno propicio para una transición rápida con resultados socioeconómicos óptimos.
Para lograr limitar el ascenso de la temperatura a 1,5ºC, se requerirán inversiones de 5,7 billones de dólares estadounidenses por año hasta 2030.
Se trata de un cambio en el sistema que también tendrá resultados positivos para las economías nacionales. Las previsiones de IRENA cuentan que la transición energética creará cerca de 85 millones de empleos adicionales en 2030, en comparación con 2019.
Los 26,5 millones de empleos adicionales en energías renovables y los 58,3 millones de empleos adicionales en eficiencia energética, redes eléctricas y flexibilidad, e hidrógeno compensarían con creces las pérdidas de 12 millones de empleos en las industrias de combustibles fósiles y nuclear.
Lo cierto es que ya no hay tiempo que perder. El informe de IRENA señala el camino a seguir para cumplir con el Acuerdo de París antes de 2030, apenas unos años decisivos para lograr mitigar el cambio climático y dar el impulso al desarrollo sostenible que necesita el planeta.
Fuentes:
https://www.irena.org/publications/2022/Mar/World-Energy-Transitions-Outlook-2022
https://www.sostenibilidad.com/energias-renovables/mundo-preparado-modelo-energetico-renovable/