Las huellas del cambio climático en América Latina

El continente sufre graves impactos debido al cambio climático. Para mitigar esos efectos, será clave impulsar una nueva economía verde.
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El cambio climático deja su rastro en América Latina y se manifiesta sobre el continente en forma de olas de calor, sequías, eventos climáticos extremos y pérdida de biodiversidad. Para los expertos, estos efectos proyectan una realidad cada vez más latente: el continente será una de las zonas donde los impactos del cambio climático serán más intensos. 

Sin embargo, en las huellas del calentamiento global también podemos empezar a percibir los futuros pasos que Latinoamérica puede dar en materia de mitigación y adaptación al cambio climático. 

¿Qué voy a leer en este artículo?

 

¿Cómo está impactando el cambio climático en América Latina?

Los países de Latinoamérica están en la lista de los más vulnerables a los efectos del cambio climático. Impactos que, según el Sexto Informe de Evaluación del Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático de las Naciones Unidas (IPCC), agravan las desigualdades económicas y sociales de la zona.

La pobreza generalizada, los problemas de acceso a agua potable y saneamiento, y la falta de infraestructura y financiación minimizan la capacidad de adaptación al aumento de las temperaturas y provocan la aparición de nuevas dificultades.

Las altas temperaturas ponen en peligro el Amazonas 🌡

La selva amazónica se ha visto afectada por una serie de sequías y temperaturas récord atribuidas al cambio climático, apunta el IPCC.

El 2020 superó a 2019 y se convirtió en el año de incendios más activo en el sur de la Amazonia.  Y todo apunta a que la tendencia es que la situación se agrave en los próximos meses y que el número de incendios forestales vuelva a subir en 2022.

El aumento de la destrucción del considerado “pulmón vegetal del mundo” también se vio afectado por la deforestación. La cuenca del río Amazonas, que se extiende a lo largo de nueve países de América del Sur y almacena el 10% del carbono global, ha experimentado una mayor deforestación en los últimos cuatro años debido a la tala para crear pastizales para el ganado y la degradación producida por los incendios.

Acontecimientos durante los que el Amazonas dejó de operar como gran sumidero de carbono para convertirse en una fuente neta de carbono para la atmósfera debido a la cantidad de gases que emitió a la atmósfera.

 

“Debido a los incendios, el Amazonas dejó de operar como gran sumidero de carbono para convertirse en una fuente neta de carbono”

 

El calentamiento global amenaza la biodiversidad de los Andes 🌄

El aumento de las temperaturas también ha provocado la pérdida de hasta el 50 % de los glaciares en los Andes desde la década de 1980, señala el informe del IPCC. El retroceso de los glaciares y los cambios en el ciclo del agua, junto con el cambio en el uso de la tierra están afectando a los ecosistemas, los recursos hídricos y la seguridad alimentaria de la zona.

Una de las transformaciones más llamativas está ocurriendo en la distribución de los hábitats de las especies terrestres andinas. El aumento de la temperatura provoca que se desplacen para ocupar lugares más altos, donde la temperatura es menor pero donde también, a medida que subimos, hay menos espacio. Además, según los expertos, del total de especies de agua dulce amenazadas en el mundo, podemos encontrar el 35 % de ellas en los Andes.

Los ecosistemas oceánicos y costeros, en peligro 🌊

Los arrecifes de coral, los estuarios, las marismas, los manglares y las playas de arena, son ecosistemas altamente sensibles a los impactos del cambio climático. Se ha registrado una pérdida de densidad de la cobertura de coral, así como un blanqueamiento del mismo, en todo el continente.

La degradación de estos ecosistemas afecta directamente a la cadena alimentaria marina -se han registrado cambios en las comunidades de plancton y macrobentónicas- y con ella, al correcto funcionamiento de los servicios ecosistémicos.bola mundo cambio climático

Además, el nivel del mar en la región crece por encima del promedio mundial. Con un promedio de 3,6 mm anuales, entre 1993-2020, el nivel del mar en el Caribe ha aumentado a un ritmo superior al promedio mundial, que fue de 3,3 mm al año. En América Latina y el Caribe, más del 27 % de la población vive en áreas costeras, y se estima que entre el 6 y el 8 % vive en áreas que tienen un riesgo alto o muy alto de verse afectadas por amenazas costeras. 

Lluvias y eventos climáticos extremos 🌧

Los déficits de precipitación son particularmente graves para la región del Caribe, ya que varios de sus territorios se encuentran en la lista mundial de países con mayor estrés hídrico. Pero los efectos del cambio del ciclo del agua van más allá. Los expertos señalan que pueden estar detrás de algunos de los fenómenos meteorológicos extremos que estamos viviendo en los últimos tiempos.

De hecho, relacionan las sequías de México de 2020 con un débil monzón en América del Norte y temperaturas de la superficie del mar más frías de lo normal a lo largo del Pacífico oriental, asociadas con La Niña.

 

La respuesta de América Latina al cambio climático

Los impactos derivados del cambio climático presentan un reto en términos de mitigación y adaptación. Son una oportunidad para que los países inviertan en desarrollos sostenible en un contexto internacional cada vez más verde.

América Latina contribuye aproximadamente el 8 % de las emisiones a nivel mundial, según un informe reciente del Banco Mundial. A diferencia de la mayoría de las regiones, estas emisiones provienen en gran medida de la producción agropecuaria —particularmente la ganadería—, del cambio de uso de la tierra y de la silvicultura. 

 

“América Latina contribuye aproximadamente  solo con el 8 % de las emisiones a nivel mundial”

 

Durante la Conferencia sobre el Cambio Climático, muchos gobiernos de ALC se comprometieron a reducir sus emisiones de carbono, prometiendo eliminar el uso de carbón y reducir la deforestación para el año 2030. ¿Cuáles están llamadas a ser las vías principales para conseguirlo?

Renovar la agricultura con innovación 🚜

Un primer paso es mejorar la capacidad de la región de identificar y adoptar tecnologías nuevas y más verdes. Por ejemplo, la incorporación de maquinaria y equipos agropecuarios eléctricos, alimentados por fuentes renovables, puede ahorrar millones en combustible y reducir las emisiones

Es importante reconocer que muchas de las tecnologías de adaptación y mitigación también elevan la productividad.

La agricultura climáticamente inteligente, por ejemplo, ayudará a los países a adaptarse a los cambios en los patrones de lluvia a través de un uso más eficiente del agua y un menor uso de fertilizantes (evitando las emisiones), mejorando de esta manera la productividad de los productores.

 

América Latina, fuerte de energía renovable y verde

De acuerdo con el Banco Mundial, esta región ostenta una de las redes eléctricas más verdes y una de las economías menos intensivas en carbono del mundo. América Latina tiene un gran potencial para generar energía renovable. Argentina, Chile y México albergan grandes desiertos con la capacidad de instalar parques solares muy productivos.

Por su parte, la región patagónica es el lugar idóneo para la generación de energía eólica. América Central, el Caribe y partes de América del Sur también tienen potencial para la generación de energía geotérmica.

La expansión de las energías renovables en América Latina podría ser un catalizador importante para el desarrollo de hidrógeno verde como fuente de energía alternativa y de potenciales exportaciones.

El hidrógeno verde puede entenderse como una forma de “almacenar” la energía renovable intermitente. Eventualmente, este podría ser usado como combustible para barcos, aviones y otros medios de transporte difíciles de electrificar electrificados.  Del mismo modo, también podría emplearse para descarbonizar industrias como el acero y el cemento, que exhiben el mismo problema. Aquí puedes leer más sobre el tema.

Protección de la biodiversidad 🌳

Una de las principales ventajas de América Latina en cuanto al cambio climático es su alto nivel de capital natural. Posee más de un cuarto de los bosques del mundo, uno de los niveles más altos de recursos de agua dulce y alrededor de la mitad de la biodiversidad del mundo. Administrar estos recursos es crucial para desacelerar el cambio climático a nivel global, y también para que la región mantenga su posición dominante en productos agropecuarios y alimentarios.

La reforestación y recuperación de tierras degradadas pueden ayudar a los ecosistemas a adaptarse y reducir las emisiones. El Banco Mundial apunta que también pueden generar puestos de trabajo y desarrollar nuevos sectores, en especial aquellos relacionados con la silvicultura sostenible. Plantar nuevos bosques, revertir la deforestación y recuperar tierras degradadas puede ayudar a retener agua, protegerse frente a eventos de lluvia intensa, evitar la erosión del suelo y mejorar la productividad general del mismo.

El cambio climático en América Latina ya deja su huella. Está en nuestra mano revertirla. Es el momento de actuar, impulsar las energías renovables y desarrollar innovaciones que logren un desarrollo sostenible y equitativo para todos.

 

Fuentes: