COP28, el encuentro de las expectativas para cumplir el Acuerdo de París

El mundo se prepara para una nueva cumbre del clima, la COP28 celebrada en Dubái. Descubre por qué este evento es vital para nuestro futuro y el del planeta.
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Llega noviembre y, un año más, nos acercamos a una nueva Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (COP). Este encuentro internacional, que en esta ocasión reúne a líderes y expertos de todo el mundo en Dubái, se presenta como una plataforma crucial para abordar los desafíos medioambientales que enfrentamos.

A escasos días de la COP28, ponemos sobre la mesa lo que sabemos sobre la cumbre. ¿Qué debates, descubrimientos y decisiones marcarán el rumbo de nuestro futuro colectivo?

¿Qué voy a leer en este artículo?

 

La COP28 de Dubái será el escenario de la acción climática de este 2023

El planeta ya enfrenta consecuencias sin precedentes derivadas del cambio climático. Con temperaturas globales alcanzando niveles récord y eventos meteorológicos extremos cada vez más frecuentes e intensos, la conferencia de las Naciones Unidas sobre el cambio climático de este año, COP28, es una oportunidad fundamental para corregir el rumbo y acelerar las acciones para abordar esta crisis.

Gobiernos, empresas, ONG y la ciudadanía se reunirán del 30 de noviembre al 12 de diciembre en Dubái, Emiratos Árabes Unidos (EAU) para analizar los avances conseguidos y definir soluciones concretas al problema más acuciante de nuestro tiempo.

Se trata de la primera cumbre climática presidida por un ejecutivo del sector, el sultán Al Jaber, CEO de la petrolera estatal de Emiratos Árabes Unidos, a su vez el primer país árabe en adherirse a los objetivos globales para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero.

Las áreas principales que se abordarán en la COP28 son:

  • Acelerar la transición energética y reducir las emisiones antes de 2030.
  • Transformar la financiación de la lucha contra el cambio climático cumpliendo las antiguas promesas y estableciendo un nuevo marco financiero.
  • Situar la naturaleza, las personas, las vidas y los medios de subsistencia en el centro de la acción climática.
  • Incrementar la inclusión en la COP de modo que se garantice que las decisiones y los debates se realicen en colaboración con los pueblos indígenas y las comunidades locales.

 

La COP28 es el momento de evaluar y aumentar la ambición de los países

Han pasado siete años desde el Acuerdo de París y quedan otros siete para 2030, fecha fijada para lograr la descarbonización del planeta. Los países se enfrentan a al primer Balance Global de la aplicación del acuerdo para evaluar si con sus planes y medidas seremos capaces de frenar el calentamiento global.

También es el momento de aumentar la ambición climática de esos planes. Antes de que la COP28 abra sus puertas, los países firmantes del Acuerdo de París deberán actualizar los objetivos de descarbonización (NDC por sus siglas en inglés).

La valoración de la ONU sobre los objetivos ya presentados no es demasiado halagüeña. Se están dando pequeños pasos, pero son insuficientes. Apuntan a una reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero en un 2 % en 2030 con respecto a las de 2019.

Sin embargo, los últimos datos del Panel Intergubernamental sobre Cambio Climático de la ONU (IPCC) señalan que las emisiones de gases de efecto invernadero deben reducirse en un 43 % para 2030, en comparación con los niveles de 2019. “Esto es fundamental para limitar el aumento de la temperatura a 1,5 ºC para finales de este siglo y evitar los peores impactos del cambio climático, incluidas sequías, olas de calor y precipitaciones más frecuentes y graves”, indica el grupo de expertos. Las cifras reflejan que la brecha entre las decisiones políticas y las exigencias científicas sigue siendo amplia.

 

“Las emisiones de gases de efecto invernadero deben reducirse en un 43 % para 2030, en comparación con los niveles de 2019”.

 

¿Qué ocurrirá con los combustibles fósiles en la COP28?

Otro de los asuntos clave que estará sobre la mesa en Dubái será la progresiva eliminación de los combustibles fósiles y de las subvenciones y ayudas a éstos. Tanto la ciencia como organizaciones como la ONU son claras: para mitigar el cambio climático, la producción de carbón, petróleo y gas debe disminuir rápidamente, mientras que la producción mundial de energía renovable debe triplicarse para 2030.

La gran mayoría de las actualizaciones de los NDC presentadas hasta la fecha se compromete a impulsar las tecnologías renovables como acelerador de la descarbonización de sus economías. Sin embargo, según indican algunos medios, por ahora sólo el 4 % de estos planes incluyen referencias a la eliminación de subsidios o ayudas públicas para los combustibles responsables de la mayoría de las emisiones.

Sumamos a esto las revelaciones de un informe publicado recientemente que alerta que, para 2030, los gobiernos planifican producir un 110 % más de combustibles fósiles por encima del nivel de necesario para limitar el calentamiento global a 1,5 °C. Un dato que representa un 69 % más de la producción máxima permitida para cumplir con el objetivo de 2 °C.

 

“Para mitigar el cambio climático, la producción de carbón, petróleo y gas debe disminuir rápidamente, mientras que la producción mundial de energía renovable debe triplicarse para 2030”.

 

 

La temperatura media de la Tierra en julio estuvo 1,5° C por encima de los niveles preindustriales. Es decir, que se alcanzó temporalmente uno de los límites más simbólicos del Acuerdo de París. Si no queremos seguir presenciando cómo los termómetros rompen récords años tras año y la vida en el planeta se vuelve cada vez más difícil, debemos confiar en que la COP28 ofrecerá al mundo las soluciones concretas y ambiciosas que necesita la crisis climática. Veremos que pasos dan los países en este encuentro y los acuerdos que salen de él.

 

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