El Ártico se derrite: podría perder todo su hielo marino a partir de 2030

El calentamiento global derretiría el hielo del océano Ártico por completo entre 2030 y 2050.
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Los expertos advierten que el hielo marino del Ártico podría desaparecer durante los veranos a partir de la década de 2030 por culpa del cambio climático. Según un nuevo estudio publicado en la revista científica Nature Communications, los barcos podrán navegar por el mismo centro del polo norte en unos pocos años.

¿Qué voy a leer en este artículo?

 

Un Ártico sin hielo

Cada año, el agua superficial del océano Ártico se congela y se derrite con las estaciones. La cantidad de hielo crece en invierno, alcanza su punto máximo alrededor de marzo y luego disminuye hacia su mínimo anual, generalmente en septiembre, tras los meses de temperaturas estivales.

Pero el calentamiento global impide que se congele tanto como debería y lo funde más rápidamente. Como consecuencia, pronto veremos el Ártico convertido en una gran extensión de agua, completamente derretido.

Según las últimas investigaciones, podrá suceder entre 2030 y 2050. En apenas unos años podremos experimentar el primer final del verano sin hielo en el océano Ártico. Pero hay más. Si no se reducen las emisiones de gases de efecto invernadero de forma drástica, los expertos advierten que para el 2100 la región ártica estará libre de hielo durante casi medio año.

 

“En apenas unos años podríamos experimentar el primer final del verano sin hielo en el océano Ártico”.

 

Sin embargo, destacan que, si se logra cumplir con el Acuerdo de París y limitar el ascenso de la temperatura global a 1,5°C, podríamos llegar a evitar estos acontecimientos. El problema es que, según las previsiones actuales, excederemos el límite de 1,5°C en menos de cinco años.

Los mínimos de hielo de septiembre han ido descendiendo desde que comenzaron las mediciones en 1979. Según datos de la NASA, basados en la observación de sus satélites, el hielo marino del Ártico de septiembre se reduce a un ritmo del 12,6 % por década desde 1980

De hecho, mientras que antes hacía falta un buque rompehielos para navegar por los pasos Noroeste y Noreste del Ártico en verano, ahora hay barcos turísticos que logran surcar esos mares durante algunos meses. La única zona que todavía no permite la navegación es la que conecta con el norte de Groenlandia, que permanece congelada durante todo el año. No obstante, el estudio de Nature Communications indica que es cuestión de tiempo que lleguen los barcos allí.

 

“El hielo marino del Ártico de septiembre se reduce a un ritmo del 12,6 % por década desde 1980”.

 

¿Qué consecuencias conlleva un Ártico sin hielo?

Un Ártico sin hielo marino afectaría a la sociedad en su conjunto y a los ecosistemas naturales tanto dentro como fuera de esta región. El hielo marino refleja la radiación solar hacia el espacio, por lo que cuanto menos hielo hay, más rápido se calienta el Ártico. Esto hace que la capa de hielo de Groenlandia se derrita a mayor velocidad lo que, a su vez, impacta en el incremento del nivel del mar a nivel mundial.

Además, tal y como cuentan en este artículo del New York Times, la diferencia de temperatura entre el Polo Norte y el Ecuador influye en las trayectorias de las tormentas y la velocidad del viento en las latitudes medias. Por lo tanto, el calentamiento del Ártico podría incentivar fenómenos meteorológicos como lluvias torrenciales y olas de calor en las zonas templadas de América del Norte, Europa y Asia.

Los expertos nos dan una horquilla de tiempo: entre 2030 y 2050 experimentaremos ese primer verano sin hielo en el Ártico. Que suceda antes o después -y el nivel de gravedad de las consecuencias- dependerá de las medidas que se pongan en marcha para disminuir las emisiones de gases de efecto invernadero y mitigar el cambio climático.

 

Fuentes: