Relación entre el cambio climático y la contaminación del aire

La contaminación del aire es responsable de 7 millones de muertes prematuras al año, según  demuestra la OMS en su último informe publicado.
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¿Qué voy a leer en este artículo? 

 

Dos de los principales problemas ambientales del planeta, el cambio climático y la contaminación del aire, tienen una estrechisíma relación entre sí. Ambos son provocados por la acción humana y ambos tienen consecuencias fatídicas para la salud de las personas.

De hecho, un nuevo informe de la Organización Mundial de la Salud (OMS) alerta de que la contaminación del aire es culpable de 7 millones de muertes prematuras al año en todo el mundo. El mismo informe, ha revisado los niveles de contaminación que consideraba peligrosos para incluir otros que antes valoraba como seguros. Y una de las conclusiones es, por ejemplo, que todas las capitales de la Unión Europea están por encima del umbral anual que la OMS ha marcado como seguro para el dióxido de nitrógeno, uno de los principales contaminantes. .

Pero no nos adelantemos. Más adelante profundizaremos sobre este informe. Antes, hablemos de por qué el cambio climático y la contaminación del aire no son lo mismo y cuáles son los matices que los diferencian.

En primer lugar, el cambio climático es la variación global del clima de la Tierra debido a causas naturales y también a la acción del ser humano. El calentamiento global del planeta se ve acelerado por gases de efecto invernadero causados por las actividades humanas. Los principales son el dióxido de carbono (CO2), el metano (CH4) y el óxido de nitroso (N2O). El CO2, por ejemplo, aunque es el principal gas que contribuye al cambio climático, no es nocivo para la salud humana.

 

"Todas las capitales de la Unión Europea superan el umbral anual que la OMS ha marcado como seguro para el dióxido de nitrógeno".

 

El cambio climático tiene consecuencias múltiples y de impacto global derivadas principalmente de los cambios en los patrones climáticos, el aumento del nivel del mar y los fenómenos meteorológicos más extremos. El cambio climático no supone únicamente un fenómeno ambiental, porque sus impactos negativos tienen consecuencias sociales y económicas.

Por su parte, la contaminación del aire es la presencia en el aire de sustancias o partículas que implican riesgo, daño o molestia para el ser humano, la flora o la fauna. La principal fuente de contaminación atmosférica son los gases ozono troposférico (O3), óxidos de azufre (SOy SO₃), óxidos de nitrógeno (NO y NO2), benzopireno (BaP) y las partículas en suspensión (PM). Estos gases se derivan principalmente de las emisiones provocadas por la quema de combustibles fósiles (incluidas las emisiones generadas por el transporte), los procesos industriales, la quema de bosques, el empleo de aerosoles y la radiación.

El tráfico rodado es una de las fuentes más importantes tanto de gases de efecto invernadero, como de los que causan contaminación atmosférica.

 

La contaminación del aire y el cambio climático tienen un origen común

Ambos problemas parten de un mismo escenario principal: el actual modelo energético. Tanto el cambio climático como la contaminación del aire se ven potenciados por la quema de combustibles fósilesEl incremento de la emisión de CO2 provoca el calentamiento global que deriva en el cambio climático, mientras que la generación de otros contaminantes como los óxidos de nitrógeno (NO y NO₂), los óxidos de azufre (SO₂ y SO₃) o las partículas en suspensión, es la principal responsable de que el aire esté contaminado.

 


“Tanto el cambio climático como la contaminación del aire se ven potenciados por la quema de combustibles fósiles”

 

Las consecuencias de la contaminación del aire y del cambio climático cada vez más graves

Otra característica que comparten ambos fenómenos es su grave impacto en la sociedad. El cambio climático provoca sequías, inundaciones, deforestación, desplazamiento y desaparición de especies animales y vegetales... que dan lugar a hambrunas y enfermedades. 

La contaminación atmosférica tiene graves efectos sobre la salud y causa 7 millones de muertos cada año en todo el mundo y provoca un cuarto de los cánceres de pulmón, ataques al corazón e infartos cerebrales, significando el 0,3 del PIB mundial en gastos sanitarios, además de la reducción de la eficiencia laboral. 

De hecho, cada vez hay más estudios que relacionan nuevas enfermedades con la contaminación del aire, como la osteoporosis, y ya se sabe que esta dispara patologías como infecciones o fallos renales. Es decir, sus efectos en la salud van mucho más allá de las enfermedades respiratorias o cardiacas. Según un Informe del Tribunal de Cuentas de la UE, el número de víctimas es más de 10 veces superior al de muertes por accidente de tráfico.

En esta web podéis consultar los datos de la calidad del aire en cualquier ciudad del mundo en tiempo real.

La contaminación atmosférica y el cambio climático tienden a empeorar. Los impactos anteriormente comentados se darán cada vez con más fuerza, lo que significa que si no se cambia ya el modelo energético, los efectos serán más devastadores, tanto para el planeta como para la salud de las personas: el CO2 es acumulativo y puede durar al menos cien años en la atmósfera; el nivel global de contaminación atmosférica, por su parte, podría multiplicarse por cinco en el transcurso del próximo medio siglo si no se le pone remedio.

 

Recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud

La OMS publicó una actualización de sus pautas de calidad del aire, un documento que establece estándares no vinculantes para los niveles seguros de contaminación del aire para los países del mundo.

El nuevo texto, que no se modificaba desde 2005, afirma que la contaminación del aire, junto con el cambio climático, es una de las mayores amenazas ambientales para la salud humana.  El nuevo informe señala que la exposición a contaminantes del aire causa 7 millones de muertes prematuras cada año y asegura que los más perjudicados son los niños.

Entre las nuevas recomendaciones, mucho más estrictas que las anteriores, destacan las siguientes:

  • Aconsejan que los niveles medios anuales de partículas menores de 2,5 micras no superen los 5 μg/m3. Estas pequeñas partículas son responsables de enfermedades cardiovasculares y respiratorias, y cáncer.
  • El dióxido de nitrógeno (NO2) debe ser de un máximo de 10 μg/m3.
  • Añaden valores de referencia para el ozono en períodos pico: un máximo de 60 μg/m3.
  • Actualizan los valores máximos para PM10, dióxido de azufre (SO2) y el monóxido de carbono (CO).

Para diseñar las nuevas directrices, la OMS explica que se ha basado “en las abundantes pruebas científicas actualmente disponibles” sobre las afecciones de los contaminantes a la salud humana.

 

“La exposición a contaminantes del aire causa 7 millones de muertes prematuras cada año”

La transición energética como solución común

La última y esperanzadora similitud entre el cambio climático y la contaminación del aire es que ambos comparten una solución común: la implantación de un modelo energético más sostenible. La eficiencia energética, la implementación de energías renovables, el uso de vehículos eléctricos, un menor consumo de recursos, la aplicación de las medidas alcanzadas en el Acuerdo de París, etc. , servirán finalmente para reducir las emisiones contaminantes que elevan la temperatura del planeta y que convierten la atmósfera en un entorno con polución.

Los nuevos límites impuestos por la OMS reflejan el amplio acuerdo de los expertos sobre el impacto de la contaminación atmosférica en la salud. Pero es solo una llamada de atención a quienes verdaderamente pueden implementar las medidas necesarias para salvar la salud de las personas y del planeta.

 

 

FuenteEl ConfidencialstadistaEl País , Climática