¿Conoces el trueque?
El trueque o intercambio no está sólo creciendo a nivel de población de a pie, sino que también se está extendiendo a nivel empresarial a través del intercambio entre empresas o ‘Bartering’.En la actualidad, el trueque o intercambio no está sólo creciendo a nivel de población de a pie, sino que también se está extendiendo a nivel empresarial a través del intercambio entre empresas o ‘Bartering’. Mercados de tiempo, mercado de las pulgas… suponen métodos reavivados para conseguir productos en tiempos de crisis.
Pero remontémonos al origen del trueque, casi tan antiguo como la historia de la humanidad. El trueque nace por el excedente de un producto, lo que lleva a intercambiar ese producto que sobra, por otro que se necesita y no se tiene. Estas fueron las primeras formas de comercio entre los hombres y se denominan ‘permutas’. No intermedia dinero en la transacción.
¿Por qué se abandonó el trueque?
Nacieron nuevos bienes de consumo.
Si un panadero quería zapatos, necesitaba encontrar un zapatero que quisiera pan. Empezó a resultar un sistema poco práctico.
También fue un problema determinar el valor exacto de un producto. ¿Valía más un par de zapatos o 2 barras de pan?
Esto llevó a buscar un producto de referencia, por el cual se establecería el valor del resto de mercaderías: surgía así el origen de la moneda.
En la actualidad, debido a la crisis, el trueque vuelve a resurgir, e internet ha sido una fantástica herramienta para ello, ayudando a crear comunidades de usuarios que quieren intercambiar cosas. Un modelo más sostenible se impone debido a la necesidad.
Otra de las variantes del trueque, son los bancos de tiempo. En ellos, el intercambio no es dinero, sino una medida de tiempo. Es como un intercambio de servicios, y no de productos, un intercambio de favores por favores.
Otra alternativa es el mercado de las pulgas*, un mercado donde encontrar antigüedades y productos de segunda mano, y donde se da la práctica del regateo. En Madrid, un mercado de pulgas sería el Rastro, por ejemplo. El nombre tiene su origen en el mercado francés de Saint Ouen, “Marché aux Puces”, el mayor del mundo con casi 11 millones de visitantes cada año.
En cuanto al intercambio entre empresas o Bartering es un intercambio de productos entre Empresas sin necesidad de mediar dinero. Así, pueden canjear entre ellas, de forma multilateral, todo aquello que precisen. La mayor de las ventajas, es que obtienen otra forma de ‘pago’.
La IRTA (Asociación Internacional de Comercio Recíproco) registró una subida del 9% de la cifra de intercambio entre empresas en 2012 (llamadas permutas), superando los 6.500 millones de dólares. El dato supone casi medio millón de dólares más respecto a 2011, lo que da una idea de la buena acogida de este sistema en tiempos de crisis.