Bosques centenarios: guardianes ante el cambio climático
Un experimento con robles centenarios muestra que los árboles más longevos no solo capturan dióxido de carbono de forma eficaz, sino que van perfeccionando esta capacidad a medida que suman años.Existe un ejército silencioso, de raíces profundas y largas ramas, que combate sin descanso el calentamiento global. La relación entre los bosques y el cambio climático se sostiene, principalmente, en la capacidad de los árboles para absorber dióxido de carbono (CO2), que es el principal responsable del aumento de las temperaturas. Recientemente, un experimento llevado a cabo por la Universidad de Birmingham con árboles centenarios acaba de demostrar algo extraordinario: a medida que van acumulando años, estos árboles perfeccionan su capacidad de capturar carbono.
¿Qué voy a leer en este artículo?
- Los bosques como aliados contra el cambio climático
- Beneficios adicionales de los bosques
- Amenazas actuales
- Soluciones basadas en los bosques
Los bosques como aliados contra el cambio climático
Quedan solo 25 años para llegar al 2050, el punto de meta que 196 países establecieron en el Acuerdo de París de 2015 para alcanzar las cero emisiones netas. Lograrlo requerirá poner toda la carne en el asador, uniendo nuestra capacidad de innovación con las soluciones basadas en la naturaleza.
Aquí es donde los árboles entran en juego, gracias a su capacidad para absorber CO2. Pero no todos los árboles son iguales; su eficacia depende de muchos factores, como la especie, el lugar donde crecen, si tienen suficiente agua o luz solar, el clima que los rodea, los nutrientes que encuentran en el suelo… y sí, también la edad. De hecho, la edad es un elemento crucial, como ha demostrado un experimento con robles centenarios que, con el tiempo, parecen afinar y mejorar su capacidad de capturar dióxido de carbono.
En un terreno de veintiuna hectáreas en Staffordshire, un grupo de robles ingleses de 180 años se expuso a altos niveles de CO2 durante siete años. Los resultados confirmaron que estos árboles aumentaron su producción de madera en un 10 %, reteniendo así más dióxido de carbono durante largas décadas. ¿Por qué es esto tan crucial? Porque la madera actúa como un depósito de este gas contaminante de larga duración que evita que este regrese rápidamente a la atmósfera, tal como sucede con elementos temporales como hojas y raíces nuevas.
“Estos árboles aumentaron su producción de madera en un 10 %, reteniendo así más dióxido de carbono durante largas décadas.”
Además, los árboles son excelentes secuestradores de carbono incluso una vez se cortan y usan para hacer muebles, casas o cartón, pues hasta que no se queman no liberan el CO2 acumulado.
Sin embargo, tal y como recoge la agencia SINC, los científicos son cautelosos a este respecto y advierten de que la rápida tasa de absorción de los árboles individuales no se traduce necesariamente en un incremento neto del almacenamiento de CO2 para un bosque completo. Así, los árboles viejos, después de todo, pueden morir y perder dióxido de carbono de nuevo hacia la atmósfera a medida que se descomponen. Conservar los bosques es una de entre todas las medidas necesarias para mitigar los efectos del cambio climático y tratar de frenar el aumento de la temperatura global.
Bosques y cambio climático: el impacto en el agua, la salud y nuestra supervivencia
Solo en la última década, los ecosistemas terrestres absorbieron alrededor del 30 % de las emisiones de carbono producidas por las actividades humanas con la quema de combustibles fósiles. Aunque el almacenamiento de CO2 es vital, no es el único regalo que los bosques ofrecen al planeta. Estos también impactan positivamente en numerosas áreas:
- Regulación hídrica: los bosques controlan el ciclo del agua. Ayudan a mantener el equilibrio hídrico global al capturar agua de la atmósfera y devolverla al suelo, garantizando el acceso al agua dulce.
- Biodiversidad:los bosques son el hogar de sesenta mil especies diferentes de árboles, del 80 % de las especies de anfibios, el 75 % de las especies de aves y el 68 % de las especies de mamíferos del mundo. Una pérdida de estas áreas significa también una pérdida de biodiversidad, con impactos directos en cadenas alimenticias, polinización y estabilidad ecológica.
- Salud y bienestar humano: aproximadamente mil seiscientos millones de personas, entre las que se incluyen casi setenta millones de personas indígenas, dependen de los recursos del bosque como fuente de sustento. La deforestación, particularmente en los trópicos, también afecta la temperatura y la precipitación locales de forma que puede agravar los efectos locales del cambio climático global, con consecuencias para la salud humana y la productividad agrícola.
Amenazas actuales
Lamentablemente, los bosques afrontan enormes desafíos. Cada año, se pierden diez millones de hectáreas debido a la deforestación y aproximadamente setenta millones de hectáreas quedan arrasadas por los incendios, señala la ONU.
Como resultado, los bosques liberan hasta una quinta parte de las emisiones de gases de efecto invernadero globales. Esta situación se ve agravada por las temperaturas globales: según aumentan, los bosques se vuelven cada vez más vulnerables a las sequías, los incendios forestales, las plagas y las enfermedades. A medida que los bosques desaparecen, se pierde su inmensa capacidad para almacenar carbono, y el dióxido de carbono que se libera agrava aún más el efecto invernadero.
¿Qué soluciones basadas en los bosques existen para frenar el cambio climático?
Frente a estas amenazas, varias soluciones están en marcha o pueden implementarse para maximizar el potencial de los bosques como escudos naturales contra el cambio climático:
- Reforestación masiva y restauración de ecosistemas: plantar árboles en áreas degradadas puede ayudar a recuperar su capacidad para almacenar dióxido de carbono y sostener la biodiversidad.
- Protección de parques nacionales y bosques primarios:la conservación de bosques antiguos es esencial para mitigar el cambio climático, dados sus resultados probados de absorción de CO2 a largo plazo.
- Gestión forestal innovadora:la innovación y la tecnología han revolucionado el sistema de control y monitoreo forestal, permitiendo a los países realizar un seguimiento de sus bosques e informar sobre su estado con mayor eficacia. Según la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático, se han logrado reducir las emisiones forestales de dióxido de carbono por un total de trece mil setecientos millones de toneladas, además de otros progresos, mediante sistemas innovadores y transparentes de seguimiento forestal.
- Economía verde:reforzar incentivos para proyectos que prioricen la restauración forestal y el uso sostenible de sus recursos.
- Educación y empoderamiento comunitario:facilitar el acceso a herramientas y conocimientos para que las comunidades, sobre todo para los pueblos indígenas, puedan proteger y gestionar bosques a nivel local.
Los bosques son aliados incuestionables en la lucha contra el cambio climático, especialmente cuando se consideran los hallazgos recientes sobre los árboles longevos. Además de capturar carbono, ofrecen múltiples beneficios para el agua, la biodiversidad, la salud y las comunidades. Sin embargo, también afrontan graves amenazas que requieren de acción inmediata. Es el momento de convertir los bosques en una prioridad global.
Fuentes:
- https://www.agenciasinc.es/Noticias/Los-arboles-viejos-y-grandes-crecen-mas-rapido-y-almacenan-mas-carbono
- https://climatepromise.undp.org/es/news-and-stories/como-pueden-ayudarnos-los-bosques-limitar-los-impactos-del-cambio-climatico
- https://documents1.worldbank.org/curated/en/356731468155739082/pdf/446400PUB0Fore101OFFICIAL0USE0ONLY1.pdf
- https://www.climateandforests-undp.org/index.php/iplcinfobrief