7 proyectos que la ONU reconoce por su labor de restauración de ecosistemas

Desde la reforestación en África hasta la recuperación de hábitats marinos en Asia, estos 7 proyectos destacados por la ONU muestran que podemos cambiar el destino ambiental del planeta.
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En un mundo donde el impacto humano ha dejado huellas profundas en el paisaje natural, hay un renacimiento silencioso que está cobrando fuerza: la restauración de la naturaleza. Este fenómeno no solo está recuperando ecosistemas dañados, sino que también está reescribiendo el futuro del planeta. Así lo demuestran las siete iniciativas de restauración de ecosistemas que han sido reconocidas por las Naciones Unidas

Desde la reforestación de vastas áreas en África hasta la recuperación de hábitats marinos en Asia, estos proyectos no solo buscan restituir la biodiversidad perdida, sino también empoderar a las comunidades locales a través de su implicación y la creación de empleo sostenible

¿Qué voy a leer en este artículo?

 

7 iniciativas que impulsan la restauración de los ecosistemas en todo el mundo

África austral está sufriendo el impacto de la sequía. El Programa Mundial de Alimentos de la ONU estimó a mediados de 2024 que unos 30 millones de personas necesitaban asistencia urgente. Un par de meses más tarde, los jefes de Estado de la Comunidad de Desarrollo de África Meridional elevaron esa cifra a 68 millones de afectados, el 17 % de la población de la región.

La magnitud del problema ha llegado hasta tal punto que el Gobierno de Namibia ha anunciado que sacrificará 723 animales salvajes, entre ellos 300 cebras, 83 elefantes y 30 hipopótamos, para proporcionar carne a la población afectada. 

En medio de esta realidad, las iniciativas de restauración de ecosistemas emergen como un faro de esperanza. No solo buscan equilibrar la relación entre el desarrollo humano y la naturaleza, sino que también ofrecen una solución sostenible a largo plazo para combatir la pobreza, el hambre y la malnutrición. QU Dongyu, director general de la FAO (Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura), subrayaba en este artículo que la restauración es fundamental frente al crecimiento demográfico y el aumento de la demanda de alimentos y servicios ecosistémicos.

En este contexto, las Naciones Unidas han otorgado reconocimiento a siete iniciativas emblemáticas de restauración de ecosistemas que destacan por su innovador enfoque y su potencial transformador.

Detrás de cada iniciativa hay historias de personas y comunidades que han decidido cambiar el rumbo de su entorno. Desde agricultores que han aprendido nuevas técnicas de cultivo sostenible hasta pescadores que ahora protegen los arrecifes que antes explotaban, estas historias son testimonio del poder de la restauración. 

 

Restaurando la cuenca del Mediterráneo, un ‘hot spot’ del cambio climático

Según el Sexto Informe de Evaluación del Panel Intergubernamental sobre Cambio Climático, las expectativas para la cuenca del Mediterráneo apuntan a que las temperaturas en la región aumentarán un 20 % más rápido que el promedio global y experimentará previsiblemente una reducción del 12 % de las precipitaciones si el calentamiento del planeta alcanza los 3°C.

La cuenca del Mediterráneo es la segunda zona crítica para la biodiversidad más amplia del mundo, pero el 16 % de sus especies forestales está en peligro de extinción debido al aumento de los incendios y las sequías prolongadas, consecuencias del cambio climático. El verano pasado se produjo el mayor incendio forestal de Europa que se haya registrado en la historia.

El proyecto de Restauración de Bosques Mediterráneos, que involucra al Líbano, Marruecos, Túnez y Turquía, ya ha restituido una superficie de aproximadamente dos millones de hectáreas en toda la región desde 2017, más de 500 veces el tamaño de Atenas (Grecia). La próxima meta de esta iniciativa reconocida por la ONU es restaurar ocho millones de hectáreas más de aquí a 2030, centrándose específicamente en las zonas afectadas por los incendios forestales.

 

El río Indo, una entidad con derecho que hay que regenerar

Con más de 3.000 kilómetros de longitud, el río Indo, ha sido un vibrante centro de la vida social, cultural y económica de la región que hoy conocemos como Pakistán durante más de 5.000 años. Tal y como recoge la FAO, un 90 % de la población de Pakistán y más de tres cuartas partes de su economía viven de la cuenca del Indo.

Sin embargo, la degradación medioambiental y el cambio climático están amenazando la viabilidad de los ecosistemas que beben de este río. Frente a esto, surge la iniciativa Living Indus, que busca restaurar 25 millones de hectáreas de cuenca fluvial (el 30 % de la superficie de Pakistán).

Entre otras acciones sobre el terreno, la iniciativa reconoce el río Indo como una entidad viva con derechos, una medida adoptada para proteger los ríos en otros lugares como, por ejemplo, Australia, Bangladesh, Bolivia, Brasil, Canadá, Ecuador, Nueva Zelandia, Perú y Sri Lanka.

 

Reverdeciendo la cordillera de los Andes

Los bosques andinos desempeñan un papel crucial para el clima y las reservas de agua en América del Sur. Estos ecosistemas, que se extienden a lo largo de la cordillera de los Andes, actúan como verdaderos pulmones verdes, absorbiendo grandes cantidades de dióxido de carbono y ayudando a regular la temperatura regional. 

Sin embargo, estos bosques enfrentan amenazas significativas debido a la deforestación y la explotación insostenible. La Acción Andina se propone restaurar y plantar 30 millones de árboles para 2030 a lo largo de una franja de vegetación que abarca casi 800.000 hectáreas en Argentina, Bolivia, Chile, Colombia, Ecuador, Perú y Venezuela.

 

Revirtiendo la pérdida de los manglares en Sri Lanka

La pérdida de manglares en Sri Lanka representa una amenaza significativa para la protección costera y la biodiversidad marina. Los manglares actúan como barreras naturales que mitigan el impacto de fenómenos meteorológicos extremos, protegiendo así las comunidades costeras vulnerables.

Sin embargo, factores como la urbanización descontrolada, la conversión de tierras para la acuicultura y la explotación maderera han contribuido a su declive. Esta pérdida no solo incrementa la erosión costera, sino que también afecta negativamente a las especies marinas que dependen de los manglares como lugares de cría y refugio.

La iniciativa de Regeneración de Manglares en Sri Lanka ha asumido el desafío de revertir esta tendencia alarmante. Desde su inicio en 2015, ha conseguido restaurar 500 hectáreas de manglares, y planea expandir sus esfuerzos para llegar a 10.000 hectáreas para 2030. Este ambicioso objetivo busca no solo la restauración de los ecosistemas, sino también fortalecer la economía local mediante la creación de empleos.

 

Restauración de los ecosistemas del Arco de Terai para favorecer la convivencia entre humanos y animales

Más de siete millones de personas dependen del paisaje del Arco de Terai, que abarca más de 5 millones de hectáreas y es compartido por la India y Nepal. Además, es uno de los hábitats más importantes del mundo para los tigres, que han visto reducido su número considerablemente, junto con el de otras especies como los rinocerontes y elefantes.

Este lugar enfrenta la pérdida de hábitats debido a la deforestación y el conflicto humano-animal, un problema exacerbado por la expansión agrícola y el desarrollo urbano no planificado. Los animales, al buscar alimento y refugio, invaden tierras agrícolas, causando daños económicos significativos y poniendo en peligro tanto a las personas como a otros animales. 

La iniciativa Terai Arc Landscape tiene como objetivo abordar estos desafíos mediante un enfoque integral que busca restaurar 350.000 hectáreas de bosque para el año 2030. Este ambicioso proyecto se centra en la conservación del hábitat, involucrando a las comunidades locales en prácticas de manejo sostenible de la tierra. Así mismo, la iniciativa promueve la reforestación y la restauración de corredores ecológicos que permiten a los animales moverse libremente y reducir el riesgo de conflictos.

 

Reverdecimiento los campos de cultivo en África 

Las prácticas agrícolas no sostenibles en África han llevado a la degradación del suelo de algunos países del continente. La expansión de la agricultura intensiva, el uso excesivo de pesticidas y fertilizantes químicos, y la deforestación han contribuido a la pérdida de nutrientes del suelo, erosionando y reduciendo su capacidad para sostener cultivos saludables, lo que pone en riesgo la seguridad alimentaria de millones de personas.

El Reverdecimiento de la Agricultura en África utiliza técnicas de agroforestería para restaurar 350.000 hectáreas, con planes para alcanzar cinco millones para 2030, integrando prácticas sostenibles que benefician a más de 600.000 hogares. La agroforestería integra árboles y arbustos en campos, lo que ayuda a mejorar la estructura del suelo, aumentar su capacidad de retención de agua y aportar nutrientes esenciales. 

Además, al adoptar prácticas como la rotación de cultivos, la incorporación de cultivos de cobertura y el uso de abonos orgánicos, los agricultores pueden mejorar la salud del suelo, lo que se traduce en mayores rendimientos y una mayor resiliencia frente a las variaciones climáticas.

Los beneficios esperados de esta iniciativa son múltiples y profundos. Mejorar la salud del suelo no solo aumentará la producción de alimentos, sino que también contribuirá a la seguridad alimentaria y nutricional de las comunidades locales. 

 

Restaurando los ecosistemas en África gracias al uso sostenible del suelo

En la misma línea que la iniciativa anterior, el Programa de Jardines Forestales se ha diseñado para revertir los efectos negativos de la deforestación y promover un uso de la tierra que sea compatible con la conservación del medio ambiente en países como Camerún, Chad, Gambia, Kenya, Malí, la República Centroafricana, Senegal, Tanzanía y Uganda.

Este programa ambicioso tiene como objetivo restaurar entre 41.000 y 229.000 hectáreas de tierra para el año 2030, mediante la implementación de prácticas sostenibles. La iniciativa no solo se centra en la reforestación, sino también en capacitar a los agricultores en la creación de "jardines forestales", un sistema que integra árboles, cultivos y animales en un entorno agroecológico diversificado.

Las siete iniciativas de restauración reconocidas por la ONU están demostrando que la regeneración de ecosistemas es posible y efectiva. Al mejorar la biodiversidad y fortalecer las comunidades locales, estos proyectos ofrecen un modelo de desarrollo sostenible que equilibra el progreso humano con la salud del planeta. Su éxito nos anima a participar en este esfuerzo colectivo, sabiendo que juntos podemos construir un futuro más verde y próspero. Actuar hoy es clave para asegurar un mundo mejor para las próximas generaciones.