El método Miyawaki: el secreto para recuperar bosques nativos

Desde Japón hasta Chile o España, el método Miyawaki nos muestra que la tierra desolada puede latir nuevamente con vida y esperanza.
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En la periferia de la ciudad japonesa de Oita, donde antes de la década de 1970 se extendía un erial árido y desolado, hoy se erige un vibrante bosque mecido por el viento. Allí, al atardecer, vuelve a experimentarse el Komorebi, el término nipón que describe la luz del sol filtrándose entre las ramas. Este milagro verde es el primer fruto del método Miyawaki, una técnica que ha transformado paisajes inhóspitos en oasis de biodiversidad y vida gracias a la reintroducción de especies nativas y la regeneración de los suelos.

¿Qué voy a leer en este artículo?

 

Origen del método Miyawaki

El método Miyawaki, creado por el botánico japonés Akira Miyawaki, es una revolución silenciosa en el mundo de la reforestación: logra un crecimiento diez veces más rápido y treinta veces más denso de los bosques. A diferencia de los métodos tradicionales de reforestación, que pueden tardar décadas o incluso siglos en establecer un ecosistema forestal maduro, el método Miyawaki puede alcanzar resultados comparables en apenas veinte años.

Nacido en 1928, Miyawaki dedicó su vida a estudiar la vegetación nativa de Japón y concluyó que la clave para restaurar la biodiversidad perdida reside en recuperar los bosques autóctonos que antaño cubrían el planeta. A lo largo de su carrera, plantó más de cuarenta millones de árboles en quince países. Miyawaki comprendió que la naturaleza, cuando se le da la oportunidad, es capaz de regenerarse y prosperar con una exuberancia inimaginable.

 

“El método Miyawaki logra un crecimiento diez veces más rápido y treinta veces más denso de los bosques”.

 

Los cuatro principios del método Miyawaki

El método Miyawaki parte de cuatro principios básicos que, al confluir, optimizan el proceso de reforestación.

    1. El principio esencial consiste en utilizar especies de árboles que se darían de forma natural en esa zona. Esto crea un ecosistema forestal resistente y próspero con especies que se complementan entre sí, restaurando "bosques nativos con árboles nativos".  La selección de especies para plantar en un área determinada se vinculó originalmente a la teoría de la vegetación natural potencial (PNV). O, dicho de otro modo, la vegetación que se daría en un área específica sin mayor interferencia humana.
    2. El segundo principio es la disposición aleatoria de las semillas, una estrategia que busca emular la complejidad de un bosque natural. Este método promueve tanto la competencia como la complementariedad entre las especies, acelerando así los ciclos de vegetación y fomentando un crecimiento más vigoroso y diverso.
    3. A continuación, está la fertilización del suelo con materiales naturales. El proceso comienza con la sustracción de entre ochenta a cien centímetros de suelo para enriquecerlo con materia orgánica y diversos microorganismos que mejoran la futura relación de los árboles con su entorno, potenciando su desarrollo.
    4. Finalmente, tenemos la autonomía de los bosques. Básicamente, establece que la plantación debe regarse diariamente durante dos años hasta que sea autónoma. Sin pesticidas, químicos ni podas.

 

 

Santiago de Chile, cuna de los de boques Miyawaki

En el contexto de la creciente necesidad de espacios verdes urbanos y conservación ambiental, Santiago de Chile destaca con dos notables iniciativas de reforestación que parten del innovador método Miyawaki. Estos proyectos no solo promueven la biodiversidad, sino que también fomentan la conciencia ambiental y la justicia urbana.

El primero de estos proyectos florece en la comuna de Puente Alto, donde  ya existe un ambicioso proyecto de restauración socioecológica que ha dado lugar a un corredor ecológico mediante la plantación de mil doscientas especies nativas en un área de quinientos metros cuadrados, utilizando también el método Miyawaki.

La segunda iniciativa, conocida como Isla Nativa Usach, ha cobrado vida gracias a la colaboración entre el Gobierno de Santiago, la Corporación Cultiva y la universidad. Este bosque abarca ciento cincuenta metros cuadrados y alberga veinticuatro especies y seiscientas plantas nativas. 

Ambas iniciativas ejemplifican cómo las ciudades pueden integrar soluciones basadas en la naturaleza para mejorar la calidad de vida de sus habitantes y fomentar la sostenibilidad ambiental. Estos proyectos no solo contribuyen a la restauración ecológica, sino que también inspiran un cambio positivo en la mentalidad sobre la urbanización y el medio ambiente.

Algo parecido ha ocurrido recientemente en Madrid, España, donde el método Miyawaki se ha aplicado en el ACCIONA Open de España de Golf 2024 como parte de las iniciativas de sostenibilidad del evento. La decisión surgió tras analizar el suelo de las zonas seleccionadas, que se encontraba en un estado muy degradado, y comprender la urgencia de una reforestación. Gracias al método Miyawaki, estas áreas urbanas empobrecidas están siendo regeneradas con el propósito de transformar espacios áridos en zonas verdes vibrantes.

El legado de Akira Miyawaki no solo se mide en hectáreas reverdecidas, sino en la restauración del vínculo entre el ser humano y la naturaleza. Su método es una oda a la resiliencia de la vida y a la capacidad de la tierra para sanar si se escuchan sus ciclos.