Comienza la COP29: ¿qué podemos esperar?

Los líderes mundiales se reúnen en la COP29, conocida ya como la COP de las Finanzas, con la misión de renovar esfuerzos y recursos para frenar el cambio climático.
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En la lucha global contra el cambio climático, las Conferencias de las Partes (COP) juegan un papel fundamental. Estas reuniones anuales, organizadas por las Naciones Unidas, reúnen a líderes de todo el mundo para discutir y coordinar acciones que frenen el calentamiento global. Desde la primera COP en Berlín en 1995, estos encuentros han sido escenario de acuerdos históricos, como el Protocolo de Kioto y el Acuerdo de París, que han marcado hitos significativos en la política climática internacional.

Ahora, en la antesala de la COP29, el mundo se prepara para otro momento decisivo. Esta vez, la conferencia se celebrará en Bakú, Azerbaiyán, entre el 11 y el 22 de noviembre.

En la COP28 se alcanzó un acuerdo histórico que establecía el “principio del fin” de los combustibles fósiles. En la cumbre climática también se acordó triplicar la energía renovable para 2030, duplicar la eficiencia energética, construir sistemas alimentarios resilientes y acelerar el desarrollo de un transporte con bajas emisiones de carbono, entre otros. En la COP29, los países deben rendir cuentas de los avances que han logrado en el cumplimiento de estos objetivos.

¿Qué voy a leer en este artículo?

 

Los efectos del cambio climático reclaman medidas más urgentes y ambiciosas

Lo que hace a esta COP29 de Bakú particularmente crucial es el contexto global en el que se desarrolla. Según la Organización Meteorológica Mundial (OMM), hay un 80 % de probabilidades de que la temperatura media anual del planeta supere transitoriamente en 1,5 °C los niveles preindustriales (el límite establecido por el Acuerdo de París) en al menos uno de los próximos cinco años.

Este aumento está vinculado a eventos climáticos extremos más frecuentes y severos, como incendios forestales devastadores, olas de calor récord o huracanes más intensos. Uno de los más recientes ha sido la DANA (depresión aislada en niveles altos) que ha afectado al este y al sur de España, provocando inundaciones, desbordamientos, más de 200 fallecidos y numerosos daños materiales. 

El consenso científico subraya la urgencia de actuar de inmediato, y el mundo espera que esta conferencia inspire compromisos más ambiciosos y concretos. Así lo deja claro el presidente de la cumbre climática, Mukhtar Babayev, en la primera carta oficial que remitió a las partes y los grupos de interés del evento.

Los compromisos asumidos hasta ahora, conocidos como Contribuciones Determinadas a Nivel Nacional (NDCs), todavía son insuficientes para limitar el calentamiento global a niveles seguros. Además, deben actualizarse cada cinco años y la próxima fecha límite llega pocos meses después de la COP29. “Esto significa que la cumbre de la ONU en Bakú será la última gran oportunidad para establecer expectativas claras sobre a qué debería aspirar esta próxima generación de NDC”, señalan desde el World Resources Institute.

A medida que nos acercamos a la mitad del siglo, el objetivo de alcanzar cero emisiones netas para 2050 se convierte en un desafío ineludible. Mientras que algunos países han avanzado significativamente en la reducción de sus emisiones de gases de efecto invernadero, otros siguen rezagados, lo que pone en riesgo los objetivos mundiales. La implementación efectiva y el cumplimiento riguroso de las políticas serán esenciales para alcanzar estos objetivos. Y para lograrlo, la financiación será indispensable.

 

COP29: hacia un nuevo compromiso financiero global

La cumbre de Bakú ha sido denominada la "COP de las Finanzas". En el Acuerdo de París de 2015, los países acordaron fijar un nuevo objetivo cuantificado colectivo de financiación climática para 2024, que reemplazará el anual actual de 100.000 millones de dólares (que ya resulta insuficiente).

El Nuevo Objetivo Colectivo Cuantificado (NCQG, por sus siglas en inglés) está diseñado para establecer un marco financiero que apoye a las naciones en desarrollo en sus esfuerzos para mitigar el cambio climático. Ofrece acceso a recursos para avanzar hacia economías bajas en carbono y resilientes al aumento de las temperaturas.

El NCQG debe ser ambicioso pero realista, equilibrando las capacidades financieras de los países desarrollados con las necesidades urgentes de las naciones en desarrollo. Según World Economic Forum, la base de donantes no está clara. Es decir, la situación de algunos países que han conseguido un gran desarrollo económico en los últimos tiempos, pero que siguen considerados como naciones en desarrollo y no como donantes, como ocurre con China, aún es objeto de debate. Serán cuestiones que deberán abordarse durante la COP29.

 

Más recursos para pérdidas y daños

Otro tema económico en el punto de mira de la COP29 es el Fondo para Pérdidas y Daños, una iniciativa diseñada para ofrecer apoyo financiero a los países en desarrollo que sufren los efectos adversos del cambio climático, como el aumento del nivel del mar, inundaciones y otros fenómenos extremos.

En la COP28, tras años de arduas negociaciones, se logró un acuerdo para activar este fondo. Sin embargo, hasta el momento, los compromisos financieros de los países ascienden a solo 700 millones de dólares. Una cifra que se aleja de los 580.000 millones de dólares en daños relacionados con el clima que los países en desarrollo podrían enfrentar de aquí a 2030. Este desajuste resalta la necesidad urgente de que los líderes mundiales lleguen a la COP29 con planes concretos para incrementar sus aportaciones al Fondo de Pérdidas y Daños.

Asimismo, otros asuntos que se aguardan con impaciencia son la regulación de los mercados de carbono, planes de adaptación y seguridad alimentaria y, por supuesto, establecer cómo dar un paso adelante para abandonar los combustibles fósiles. 

Con estos temas sobre la mesa, la COP29 tiene el potencial de ser un punto de inflexión en la acción climática global para promover soluciones concretas y alianzas estratégicas para un futuro más sostenible.

 

Fuentes: