Parques inundables, infraestructuras resilientes frente a las crecientes lluvias urbanas

En tiempos donde se intensifican los fenómenos meteorológicos extremos, los parques inundables se erigen como una infraestructura resiliente que combina funcionalidad y belleza.
alt-img-agua

Bangkok está cambiando el rumbo de su lucha contra las inundaciones. El desarrollo urbano acelerado cubrió muchos de sus humedales y espacios vegetales con hormigón, lo que afectó drásticamente la forma en la que el agua fluye en la ciudad cuando se producen lluvias torrenciales.

Pero ahora, en lugar de poner muros y escurrir el problema de las inundaciones río abajo, están priorizando los parques inundables. Así nació el Centenary Park, un ejemplo extraordinario de cómo el diseño urbano puede aliarse con la naturaleza para convertir el agua en un recurso reutilizable.

Este pulmón verde, situado en el corazón de Bangkok, no solo es un refugio para la biodiversidad y un oasis para los ciudadanos, también actúa como una gigantesca esponja capaz de retener millones de litros de agua durante las tormentas. Bangkok está demostrando al mundo que no se trata de luchar contra el agua, sino de convivir con ella. Y cada vez más ciudades empiezan a tomar nota.

¿Qué voy a leer en este artículo?

 

¿Qué es un parque inundable?

Los parques inundables son zonas verdes diseñadas para cumplir una doble función: ser espacios recreativos y, al mismo tiempo, convertirse en infraestructuras naturales capaces de gestionar el agua de lluvia durante episodios de inundaciones.

El concepto puede parecer contradictorio al principio. ¿Un parque que admite inundarse? Pero aquí reside su genialidad. Durante los días soleados, estos espacios funcionan como cualquier otro parque urbano, con áreas de paseo, juegos infantiles y zonas ajardinadas. Sin embargo, cuando llegan lluvias torrenciales o desbordes de ríos, el diseño especial de estos parques entra en acción. Funcionan como esponjas gigantes que retienen y almacenan grandes volúmenes de agua temporalmente para evitar que las calles y viviendas terminen bajo el agua. Una vez que el peligro pasa, el agua acumulada puede ser filtrada, reutilizada o dirigida lentamente hacia los sistemas de drenaje.

“Los parques inundables funcionan como esponjas gigantes que retienen y almacenan grandes volúmenes de agua”.

Origen y evolución de los parques inundables

Los parques inundables nacen de una necesidad concreta y urgente: adaptar las ciudades a los ciclos naturales de agua y mitigar los riesgos de inundaciones. Aunque el concepto pueda parecer moderno, sus raíces están en la capacidad humana de convivir con el entorno natural, aprovechando lo que la naturaleza ofrece sin alterar su equilibrio.

Si miramos hacia atrás, las primeras iniciativas para gestionar el agua en entornos urbanos se basaron en soluciones convencionales, como canales, presas y sistemas de drenaje. Sin embargo, con el crecimiento de las ciudades durante los siglos XIX y XX, estos métodos demostraron ser insuficientes frente a lluvias torrenciales, desbordes de ríos y el aumento de fenómenos extremos vinculados al cambio climático. Es aquí donde comienzan a surgir ideas que combinan infraestructuras resilientes y naturaleza, dando paso a lo que hoy conocemos como parques inundables.

Asia fue una de las primeras regiones en entender el potencial de estas infraestructuras "vivas". Un caso icónico es el Parque Qunli, en China, diseñado para regenerar humedales urbanos y gestionar el agua de lluvia. En Europa, países como los Países Bajos, con su larga historia de convivencia con el agua, han liderado esta transformación con proyectos como el Room for the River. En América Latina, el Parque Víctor Jara en Santiago de Chile, aún en desarrollo, apunta a ser uno de los parques inundables más extensos y ambiciosos en la región. 

  

¿Por qué son importantes?

En un mundo donde las ciudades crecen a ritmos vertiginosos y se han incrementado los fenómenos meteorológicos extremos, estas infraestructuras se han convertido en claves para crear urbes más resilientes, flexibles y sostenibles.

Gestión inteligente de inundaciones

Su función principal es proteger a las ciudades de las inundaciones, un problema cada vez más frecuente en contextos urbanos densamente construidos. Estos parques capturan y almacenan las aguas pluviales durante tormentas intensas, evitando que las calles se inunden y el agua sucia termine contaminando ríos y mares.

Adaptación ante los cambios en el clima urbano

Los parques inundables también representan una solución estratégica frente al calentamiento global. Ayudan a regular temperaturas locales, combatiendo el efecto isla de calor al integrar grandes áreas verdes en entornos urbanos. Además, equilibran los ciclos hídricos al permitir que el agua se filtre al suelo o se reutilice para riego, reduciendo la presión sobre los recursos hídricos.

Espacios para mejorar el bienestar de las comunidades

Lejos de limitarse a su función hidráulica, los parques inundables son también un refugio para el bienestar ciudadano. Una vez cesan las lluvias, estos espacios recuperan su uso como áreas recreativas, ofreciendo zonas para pasear, hacer deporte o relajarse rodeados de naturaleza.

Salvaguardia de la biodiversidad

Estos parques son auténticos oasis urbanos para la flora y fauna. Su diseño incluye vegetación que no solo resiste inundaciones, sino que además genera hábitats para aves, insectos y plantas locales. Al funcionar como humedales, apoyan procesos ecológicos esenciales y promueven la biodiversidad en entornos donde el hormigón y el asfalto suelen ser los protagonistas.

 

Diseñar un parque inundable, un arte técnico y sostenible

  • Selección y análisis del terreno: estos espacios suelen ubicarse en zonas proclives a inundaciones debido a su baja altitud o cercanía a ríos y cuencas. Una vez seleccionado el terreno, se realizan estudios geológicos, climáticos e hidráulicos para entender cómo fluye el agua en el área y cuál es su capacidad de absorción.
  • Diseño hidráulico: una vez establecido el contexto, se define cómo el parque gestionará el agua. Esto implica planificar sistemas de almacenamiento y drenaje como estanques o depósitos subterráneos, capaces de retener grandes volúmenes durante lluvias intensas. Estos sistemas están conectados a redes pluviales y depuradoras para garantizar un ciclo hídrico controlado. Además, se incorporan puntos de vertido seguros que regulen la liberación gradual o reutilización del agua capturada.
  • Integración de vegetación resiliente: la vegetación facilita la filtración de agua al suelo, contribuye a reducir la contaminación y crea hábitats para fauna local, lo que eleva la biodiversidad y conecta a los ciudadanos con su entorno natural.
  • Incorporación de espacios recreativos: se diseñan también áreas funcionales como senderos, zonas de deporte, miradores y espacios infantiles. Estos elementos transforman al parque de un proyecto técnico a un espacio vivo y atractivo para la comunidad, adaptable según la estación o el clima.
  • Compromiso con la sostenibilidad: esto implica usar materiales reciclados siempre que sea posible, implementar energías renovables en sistemas de iluminación o bombeo, y garantizar un mínimo impacto ambiental durante la construcción.

En conclusión, los parques inundables representan una solución innovadora y multifuncional para enfrentar los desafíos urbanos y climáticos. Unen la gestión sostenible del agua con la creación de espacios ecológicos y recreativos que transforman nuestras ciudades. Adoptar este tipo de infraestructura resiliente no solo mitiga riesgos, sino que también mejora la calidad de vida, fomenta la biodiversidad y nos invita a repensar nuestro vínculo con la naturaleza.

 

 

Fuentes: