Huella de carbono, ¿fregar a mano o lavavajillas?
La CE adoptaba en 2010 dos reglamentos de ecodiseño para lavadoras y lavavajillas. ¿Quieres saber qué sistema es más sostenible?La Comisión Europea (CE) adoptaba en 2010 dos nuevos reglamentos con requisitos obligatorios de ecodiseño, específicos para lavadoras y lavavajillas domésticos. Al aplicarse se convierten en mucho más eficientes.
Así, si al comprar un lavavajillas nos fijamos en la etiqueta energética y nos hacemos con uno de clase “A”, surge la idea de que ahorra más el uso del lavavajillas que fregar a mano. ¿Quieres saber qué sistema es más sostenible?
Ventajas de lavar a mano:
- Si se hace con agua fría, no hay apenas gasto energético.
- Si cerramos el grifo al enjabonar, y en otro seno aclaramos sin dejar correr el agua, se reduce enormemente el gasto de agua.
- No hay que esperar a tener una cantidad concreta de vajilla sucia.
Desventajas:
- Peligro de derrochar agua (hasta 30 litros) si dejamos abierto el grifo.
- Si no contamos con dos senos (pilas), se pierde mucha agua en el aclarado.
Ventajas del uso del lavavajillas:
- Si es de clase “A” (etiqueta energética), consume menos agua por lavado.
- También consume un 10% menos de energía.
- Siguiendo unos sencillos hábitos, podemos ahorrar aún más (ponerlo siempre lleno, agua a no más de 55 grados, etc.).
Desventajas:
- En ocasiones hay que esperar a que esté completo, si no podemos lavar a media carga.
- Con el agua muy caliente, aumenta su gasto energético.
- Los lavavajillas con mejor clasificación energética suelen ser más caros.
Según un estudio de la Universidad de Bonn, en general se gasta más fregando la vajilla a mano. Un lavavajillas clase “A” consume unos 15 litros por lavado, frente a los 119 litros del lavado a mano para la misma cantidad de vajilla.
¿Fregar a mano, o lavavajillas? ¡Tú decides!